Una vez definida la vida parroquial se creó un Comité Pro – Capilla integrado por la mayoría de moradores que en ese entonces integraban la naciente parroquia, presididos por el Señor Miguel Ángel Cobo Guerrero. Su entusiasmo no fue suficiente para terminar la obra, pero era importante empezar.
Los Padres americanos residentes en Quevedo se preocuparon por continuar con la obra y solicitaron apoyo a la COTOPAXI EXPLORATION COMPANY quienes generosamente prestaron su apoyo y se terminó la obra, una capilla construida con materiales del medio y con las manos de sus propios moradores. Años más tarde se inició la construcción de lo que años más tarde sería una bella iglesia de hormigón, gracias a la decidida colaboración y gestión de la Dra. June Guzmán Serrano, del Padre Miguel Urrestia Estliro, don Luis Felipe Díaz Jiménez. Esta grandiosa obra, monumento a la fe del pueblo Valenciano contó con la dirección y control del recordado Padre Luis Aburto. Vale recordar con respeto y cariño a todos los sacerdotes Vascos que llegaron a nuestro pueblo y qué de una u otra manera siempre fueron baluartes para hacer de Valencia un pueblo generoso y unido por las nobles causas de la comunidad, las obras están a la vista.